¿Os habéis dado cuenta que todos los días madrugábamos ?
como si se tratase del último día.
En cualquier dirección encontrabas remontes.
Alfrerdo quiso escaquearse,
pero no le dejamos
¡¡había mucho que ver!!.
Por la noche había estado nevando.
¡¡¡Justo lo que buscabamos!!!
Con esta sonrisa comenzábamos la primera bajada
a caballo.
Entre pistas rojas
y valles de ensueño
nos dejábamos seducir
buscando el cielo azul
en la cara opuesta
a la autopista
Para salir de este entramado de carreteras, hubo que coger varias perchas,
entrando en congelación.
Para no perder mas temperatura, bajamos,
buscando algo de calor
en estos refugios.
Al salir, algo cansados...decidimos pillar un taxi .
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